Campaign Story

My name is Adriana, and my husband, Erik. We married on April 2017. We love kids. As we were dating, we both talked about how much we wanted to have children. It was a topic we engaged several times because it brought great joy to us and it was fun picking out names for our future children.

If they asked me to describe myself it would be as a compassionate, empathetic, helpful, persevering, dreamer, and who perseveres until achieving her goals. I describe my husband as humble, compassionate, helpful, organized, highly intelligent, and patient.

I am the third of four sisters. I grew up in a home with my parents and siblings in the city of Maracaibo, Venezuela. When I was a child, I used to play with my dolls with my sisters, and we pretended that the dolls were our children. But my favorite game was playing doctor with my dolls. Since I suffered from asthma as a child, I was hospitalized quite often. I used to ask the nurses to see if they could give me some disposable syringes andmedical supplies they used on me. When I finally left the hospital, I would take them home to play with my dolls and dress up as a doctor or nurse. It was fun having my own little hospital in my room. 

Being in the healthcare field was always a desire as a child, to help others get well just like doctors and nurses helped me. In 1999, by the grace of God I was able to enter the University of Los Andes in the city of Merida, Venezuela, to study Nursing. In 2004, I graduated top of my class. Since then, I started working as a nurse in a maternal and children’s hospital, and two years later, in a pediatric hospital, which I greatly enjoyed because I have always felt a lot of love and affinity for children. 

At 33, a bit of frustration came to me since I was not married yet, my sisters on the other hand were married with children. But I still had hope of one day finding that special companion with whom to marry and form a family.

In 2015, I decided to emigrate to the United States of America, since my two older sisters had been living here for more than 20 years and, also, because for several years I wanted to be able to practice nursing here. Obtaining a Nursing license in the United States seemed like quite a challenge and sometimes even impossible. But my faith in God and his power helped me persevere in this dream, and in 2020 I achieved the goal of obtaining my license as a Registered Nurse in the state of Florida.

The year I arrived in the United States, I met a wonderful man, the only one who made me finally make the decision to get married. In Erik, God gave me much more than I dreamed of, much more than I asked for. I had finally achieved another of my dreams and goals. And that’s how we started this beautiful journey in 2017, which we continue to this day, and we are sure that will continue forever.

My husband is a very intelligent man, but above all, with a heart full of love and compassion. He is the youngest of 14 children. He was born in New Jersey. At the age of 11, his parents took him to live in Colombia for 7 years, and he came back to the US in 2001.He has worked as a Radio Technician in the Sheriff’s Office in Palm Beach County for 15 years, and he loves his job and to serve the community through it. He also has always dreamed of forming a family and having children. Since before we got married, he had already prepared himself in every way to have a home for his family.

My husband and I have many things in common, and one of those is that we love to help those in need. For more than 20 years, I have been a volunteer in non-profit organizations similar to the Boy Scouts (Adventurers, Pathfinders and Master Guides) to guide children and teenagers and help them grow as useful citizen and leaders for God and society. And my husband has served in these same organizations for over 11 years. Also, for more than 16 years, we have organized activities to raise funds for children in extreme poverty, as well as to help Latin American countries in situations of natural disasters. We also love animals, and we have three cats: Elvis, Lizzie and Dory.We have a fish tank with a variety of fish and a tortoise. Also, we love to travel and get to know new places and their history, and one of the attractions that we cannot miss when in a new city is the zoo.

Currently, I work as a nurse for a Home Care company and my husband works in the Sheriff’s Office. In addition, we continue to work as volunteers in the Pathfinder and Master Guide ministries which are part of the church we both attend. We love to teach and guide children and their families. 

Despite the fact that until now we have not been able to have children, we still continue with the dream of having our own child or children, not only for the simple fact of having them, but we want to have a child that comes with a divine purpose, and to whom we can give all our love and good example, to help him or her grow as a useful, loving and kind person, at the service of God and society.

After consulting with several fertility doctors, all of them have recommended that the best treatment for us is In Vitro Fertilization. But this treatment is very expensive, and until now we do not have the financial resources to afford  it. And due to my age, we must undergo this procedure as soon as possible. Therefore, we decided to start this campaign through this media, hoping that many hearts will be moved to support us.

We thank in advance to all the people who will help us make our dream come true. 

Thank you and God bless!

Erik and Adriana, FL

Mi nombre es Adriana, y mi esposo, Erik. Nos casamos en abril de 2017. Nos encantan los niños. Mientras eramos novios, ambos hablábamos de cuánto queríamos tener hijos. Fue un tema que abordamos varias veces porque nos trajo mucha alegría y fue divertido elegir nombres para nuestros futuros hijos.

Si me pidieran que me describiera, sería como una persona compasiva, empática, servicial, perseverante, soñadora y que persevera hasta lograr sus metas. Describo a mi esposo como humilde, compasivo, servicial, organizado, muy inteligente y paciente.

Soy la tercera de cuatro hermanas. Crecí en un hogar con mis padres y hermanos en la ciudad de Maracaibo, Venezuela. Cuando yo era niño, solía jugar con mis muñecas con mis hermanas y fingíamos que las muñecas eran nuestros hijos. Pero mi juego favorito era jugar al doctor con mis muñecas. Como sufría de asma cuando era niña, me hospitalizaban con bastante frecuencia. A las enfermeras les pedía a ver si me podían dar unas jeringas desechables y el material médico que me aplicaron. Cuando finalmente salía del hospital, los llevaba a casa para jugar con mis muñecas y disfrazarme de médico o enfermera. Fue divertido tener mi propio pequeño hospital en mi habitación.

Estar en el campo de la salud siempre fue un deseo cuando era niño, para ayudar a otros a mejorar al igual que los médicos y las enfermeras me ayudaron a mí. En 1999 por la gracia de Dios pude ingresar a la Universidad de Los Andes en la ciudad de Mérida, Venezuela, para estudiar Enfermería. En 2004, me gradué como el mejor de mi clase. Desde entonces comencé a trabajar como enfermera en un hospital materno infantil, y dos años después, en un hospital pediátrico, lo cual disfruté mucho porque siempre sentí mucho amor y afinidad por los niños.

A los 33 años me vino un poco de frustración ya que aún no estaba casada, mis hermanas en cambio estaban casadas y tenían hijos. Pero aún tenía la esperanza de encontrar algún día esa compañera especial con quien casarme y formar una familia.

En 2015 decidí emigrar a los Estados Unidos de América, ya que mis dos hermanas mayores vivían aquí desde hacía más de 20 años y, también, porque desde hacía varios años quería poder ejercer aquí la enfermería. Obtener una licencia de Enfermería en los Estados Unidos parecía todo un desafío y, a veces, incluso imposible. Pero mi fe en Dios y su poder me ayudaron a perseverar en este sueño, y en el 2020 logré la meta de obtener mi licencia como Enfermera Registrada en el estado de Florida.

El año que llegué a los Estados Unidos conocí a un hombre maravilloso, el único que finalmente me hizo tomar la decisión de casarme. En Erik, Dios me dio mucho más de lo que soñé, mucho más de lo que pedí. Por fin había logrado otro de mis sueños y metas. Y así comenzamos este hermoso viaje en 2017, que continuamos hasta el día de hoy, y estamos seguros que continuará para siempre.

Mi esposo es un hombre muy inteligente, pero sobre todo, con un corazón lleno de amor y compasión. Es el menor de 14 hijos. Nació en Nueva Jersey. A la edad de 11 años, sus padres lo llevaron a vivir a Colombia por 7 años y regresó a los EE. UU. en 2001. Ha trabajado como técnico de radio en la oficina del alguacil en el condado de Palm Beach durante 15 años y le encanta su trabajo y servir a la comunidad a través de él. También siempre ha soñado con formar una familia y tener hijos. Desde antes de casarnos ya se había preparado en todos los sentidos para tener un hogar para su familia.

Mi esposo y yo tenemos muchas cosas en común, y una de ellas es que nos encanta ayudar a los necesitados. Desde hace más de 20 años soy voluntario en organizaciones sin fines de lucro afines a los Boy Scouts (Aventureros, Conquistadores y Guías Mayores) para guiar a niños y jóvenes y ayudarlos a crecer como ciudadanos útiles y líderes para Dios y la sociedad. Y mi esposo ha servido en estas mismas organizaciones por más de 11 años. Asimismo, desde hace más de 16 años organizamos actividades para recaudar fondos para niños en extrema pobreza, así como para ayudar a los países latinoamericanos en situaciones de desastres naturales. También amamos a los animales y tenemos tres gatos: Elvis, Lizzie y Dory. Tenemos una pecera con una variedad de peces y una tortuga. Además, nos encanta viajar y conocer nuevos lugares y su historia, y una de las atracciones que no podemos perdernos cuando estamos en una nueva ciudad es el zoológico.

Actualmente, trabajo como enfermera para una empresa de atención domiciliaria y mi esposo en la oficina del alguacil. Además, continuamos trabajando como voluntarios en los ministerios de Conquistadores y Guías Maestros que son parte de la iglesia a la que ambos asistimos. Nos encanta enseñar y guiar a los niños y sus familias.

A pesar de que hasta ahora no hemos podido tener hijos, seguimos con el sueño de tener nuestro propio hijo o hijos, no solo por el simple hecho de tenerlos, sino que queremos tener un hijo que venga con un propósito divino, y a quien podemos dar todo nuestro amor y buen ejemplo, para ayudarlo a crecer como persona útil, amorosa y bondadosa, al servicio de Dios y de la sociedad.

Despues de consultar con varios medicos especialistas en fertilidad, todos ellos han recomendado que el mejor tratamiento para nosotros es la Fertilizacion In Vitro. Pero este tratamiento es muy costoso, y hasta ahora no contamos con los recursos economicos para costearlo. Y debido a mi edad, debemos someternos a este procedimiento lo mas pronto posible. Por ello, decidimos iniciar esta campaña a traves de este medio, con la esperanza de que muchos corazones sean movidos para apoyarnos

Agradecemos de antemano a todos aquellos que darán su aporte para ayudarnos a que nuestro sueño se haga realidad.

Dios les bendiga!

Erik y Adriana, FL